Cuando miramos a alguien podemos deducir sus emociones mediante la observación de su rostro, que refleja fuerzas y sentimientos incluso contradictorios. Jean Remy señala que la ciudad, en lo colectivo, es lo que el rostro a la personalidad: un espacio que articula fuerzas diversas y logra coherencia a pesar de las tensiones del cambio y la diversidad.

En este curso buscaremos el “rostro” de la ciudad desde nuestras experiencias personales, considerando también las fuerzas sociales, políticas y económicas que la moldean. Reflexionaremos sobre su “personalidad” y sobre la multiplicidad de ciudades que pueden observarse.

Abordaremos la experiencia urbana en general y nuestra vivencia particular, vinculándola con conductas individuales y decisiones de política urbana. Repasaremos principios de desarrollo urbano sustentable, recorreremos el entorno de la universidad y trabajaremos dos dimensiones centrales: las experiencias de personas con restricciones de movilidad y el valor simbólico del espacio público, donde la memoria y los significados transforman al espacio en lugar.

También exploraremos nuestra propia mirada sobre la ciudad a partir de imágenes y mapas personales y reflexionaremos sobre patrimonio. El objetivo será repensar lo que damos por natural, comprender cómo nuestra experiencia individual se conecta con fenómenos más amplios (como una elección política) y reconocer que, desde nuestras prácticas cotidianas, también construimos ese colectivo llamado ciudad.